Panamá la Vieja o Panamá Viejo es el nombre que recibe el sitio arqueológico donde estuvo ubicada la ciudad de Panamá desde su fundación en 1519, hasta 1671. Su primer nombre fue Nuestra Señora de la Asunción de Panamá. La ciudad fue trasladada a una nueva ubicación, unos diez kilómetros al suroeste, al quedar destruida tras un ataque del pirata inglés Henry Morgan, a comienzos de la década de 1670. Considerada como el primer asentamiento europeo en la costa pacífica de América, quedan hoy varias ruinas que conforman este sitio arqueológico.
El nombre Nuestra Señora de la Asunción se debe a que fue fundada el 15 de agosto de 1519, día en que se celebra a Nuestra Señora de la Asunción. El nombre Panamá viene de la españolización del término cueva Panamá, que según Pascual de Andagoya, significa “abundancia de peces” o “abundancia de pescado y mariposas”; y por el árbol homónimo, debido a la exuberancia de este, en donde se estableció dicho asentamiento.
Historia
La Ciudad de Panamá, fundada por un español de origen judeoconverso, don Pedro Arias Dávila, más conocido como Pedrarias Dávila, el 15 de agosto de 1519, día de Nuestra Señora de la Asunción. Esta ciudad reemplazó a Santa María la Antigua del Darién y Acla, convirtiéndose en la capital de Castilla del Oro. El 15 de septiembre de 1521, mediante Real Cédula, recibió el título de Ciudad y un escudo de armas conferido por Carlos I de España así como su lema oficial: Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Panamá.
Esta nueva población española se estableció en una zona originalmente ocupada por una comunidad aborigen; por esta razón, en este sitio se han encontrado evidencias arqueológicas de culturas precolombinas.
Desde este lugar partieron las expediciones que conquistaron el Imperio inca del Perú en 1532 y fue escala de una de las más importantes rutas comerciales del continente americano, que llevaba a las famosas ferias de Nombre de Dios y Portobelo, por donde pasaba la mayor parte del oro y la plata extraída de las minas que los españoles explotaban en América.
Para 1541 la ciudad tenía unos 4000 habitantes; entre españoles, indígenas y esclavos africanos. En 1607, la urbe contaba con varias calles, una plaza mayor y otras dos plazuelas.
Condiciones y ataque de Henry Morgan
Pese al desarrollo alcanzado, las condiciones del lugar no fueron las mejores desde un principio. La escasez de agua potable era una de las principales dificultades, lo que obligó a sus moradores a construir varios pozos y cisternas.[4] La ciudad fue azotada por al menos tres incendios devastadores y por un terremoto, en 1621. También fue asediada, en varias ocasiones, por piratas. El peor de estos asedios fue el comandado por el pirata británico Henry Morgan, quien llegó al lugar el 28 de enero de 1671 y permaneció allí hasta el 24 de febrero. Fueron los propios españoles por orden del gobernador Juan Pérez De Guzmán, y no Morgan, los que destruyeron la ciudad al volar los depósitos de explosivos.